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miércoles, 20 de mayo de 2009

SEMANA SANTA 2009. VIERNES SANTO.

El Viernes Santo gaditano es uno de los mejores días en cuanto a la calidad de la imaginería procesional. Tener en la calle al mismo tiempo imágenes como las del Señor Yacente, el Stmo. Cristo de la Expiración, o el de la Buena Muerte junto con la Soledad, la Virgen de los Dolores y la del Mayor Dolor, es toda una suerte. Esta jornada, en cuanto a meteorología se refiere, no fue tan inestable a excepción de una leve llovizna que sorprendió a las primeras hermandades finalizando su recorrido por la Carrera Oficial.

SERVITAS

La Orden Tercera Servita comenzaba su caminar en una tarde soleada de Viernes Santo. El cortejo de negros nazarenos ya se abría paso por la calle Hospital de Mujeres cuando el palio de la Virgen de los Dolores daba su primera levantá en la calle junto al retablo cerámico de Jesús de los Afligidos. Pasadas las 11 de la noche, cuando el cortejo discurría por la calle Ancha era sorprendido por la leve llovizna que se hizo presente y que obligó a acelerar el paso durante unos minutos.










LA EXPIRACIÓN

Habían pasado ya las 6 de la tarde cuando el Stmo. Cristo de la Expiración tumbado sobre su paso aparecía por la puerta del templo castrense tras una gran humareda de incienso. La Agrupación Musical Polillas ponía las notas musicales a los primeros pasos del Señor en la calle. Tras él llegaba la Reina de la Victoria con su característico paso de inspiración malagueña que este año estrenaba unos cubremaniguetas. Tras realizar su Estación de Penitencia en Santa Iglesia Catedral, la cofradía fue sorprendida por una suave llovizna que propició el transitar del Señor por la Plaza del Palillero a paso de horquillas, para así aligerar el discurrir de la hermandad y evitar la posible lluvia. Escasos minutos después cesó y la cofradía volvió a marchar pausadamente.



















SIETE PALABRAS

La Hermandad Mercedaria de las Siete Palabras inició su salida en el anochecer del Viernes Santo. El paso de misterio, que puedo haber sido esta su última salida ya que la hermandad tiene en proyecto la realización de uno nuevo, estrenó acompañamiento musical. Una Banda de Cornetas de y Tambores ponía múscia a un misterio, al que mucha gente no lo concibe sin su tradicional ambiente de recogimiento y oración que lo ha envuelto durante años. La lluvia también hizo aligerar el paso de la cofradía cuando esta se encontraba saliendo de la calle Santiago.











SANTO ENTIERRO

La Cofradía de la Soledad volvía al puesto que ocupaba algunos años atrás en la nómina del Viernes Santo. Después de tres años volvía a salir desde su sede, la Parroquia del Sagrario de la Santa Cruz. Además del cambio de puesto, también se produjo el cambio de itinerario de vuelta utilizando parte de la Carrera Oficial y la llegada a su templo por Arquitecto Acero y Campo del Sur. Al igual que al resto de hermandades, el Santo Entierro también se vió sorprendida por la lluvia, en este caso saliendo de la Santa Iglesia Catedral, hecho que produjo la vuelta del paso de la urna al primer templo de la ciudad. Minutos después la lluvia cesó, el cortejo se recompuso y continuó su caminar. Esta pasada Semana Santa sorprendió a muchos la ausencia de acompañamiento musical tras Ntra. Sra. de la Soledad, una verdadera lástima pues engrandecía bastante el cortejo. Cuestión ésta que esperemos tenga presente su junta de gobierno para los años venideros.





















LA BUENA MUERTE

A las 22 horas se abrían las puertas de la Iglesia de San Agustín para que, la que es considerada una de las mejores obras de imaginería de España iniciara su desfile procesional. En la Plaza de San Agustín no cabía un alfiler, miles de personas gaditanos y forasteros se daban cita para ver al Stmo. Cristo de la Buena Muerte. Tras el Señor aparecía por el dintél de la puerta el palio de la Virgen del Mayor Dolor con la candelería encendida al completo. Lento fue este año el caminar de la cofradía, la cual se vió obligada a resguardarse en la Catedral hasta que cesara la lluvia. Ambicioso proyecto es el que tiene la Hermandad para renovar la mayoría de su patrimonio, en concreto, el conjunto de insignias y el paso de palio al completo.













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